jueves, 23 de abril de 2009

Entrevista del 19 de abril, el día del estreno de Epitafios


Leo Sbaraglia: “Hoy me tomo las cosas de otra manera"
Hoy HBO estrena la segunda parte de “Epitafios”. Los Andes estuvo a solas con el villano del thriller que pretende aterrar a toda América Latina. Además, una charla con los otros protagonistas de la serie, Cecilia Roth y Julio Chávez, quienes también comparten cartel en “Tratame bien” (Canal 13 y el 7 local). domingo, 19 de abril de 2009La cita es en la mansión del Hotel Four Seasons de Buenos Aires, el paquetísimo lugar que la cadena de televisión HBO eligió para la presentación de la segunda temporada de "Epitafios", la serie de policías y asesinos realizada enteramente en América Latina que hoy arranca con su segunda temporada.


Allí, en uno de los cuartos, nos espera el asesino de esta nueva saga: Leonardo Sbaraglia quien, con campera de cuero negra, remera negra, jean negro, sus rulos bien crecidos y despeinados y el rostro congestionadí simo, luce más como una estrella de rock a la mañana siguiente de un concierto agitado en Alaska que como un actor exitoso o un asesino esquizofrénico. .
Con mucha simpatía, sin embargo, nos invita a tomar asiento en un sillón (que suponemos muy caro y antiguo) para comenzar con la charla.


-¿Cómo estás?


-Como me ves, resfriado -sonríe, se seca la nariz con un pañuelo de papel, lo lanza a un tacho y le erra. Enseguida, siempre sonriendo, agrega: “¿Así que son de Mendoza? Tengo un primo allá”.


-¿Sí? ¿Sos de ir a Mendoza?


-No, es un lugar que me gusta mucho pero la verdad es que he ido muy poco... La última vez que fui fue cuando estuve filmando allá “Cleopatra”, en 2003.


-¿Adónde estás viviendo ahora?


-Tengo un pie en cada lado, pero con la idea de estar viviendo más tiempo en Buenos Aires...


-¿Por algo en especial?


-Sí, bueno, viste que ya tengo familia, y de alguna manera pesa el hecho de que tu hija esté más cerca de los abuelos y eso...


-¿Hacía mucho que no hacías televisión?


-Hice en 2005 televisión en España. Y después... o sea, pasa que esta experiencia de “Epitafios” es muy rara viste... No era como de televisión, filmábamos como si fueran pequeñas películas.
Pensá que estuvimos cinco meses y medio con eso...


-El asesino que interpretás ahí ¿fue el personaje más intenso que te tocó hacer?


-Sí, pero no sé si es porque me agarra en un momento cuando estoy más tranqui, o cuando me tomo las cosas de otra manera, pero enseguida pude encontrar un mecanismo de entrada al personaje.


-¿Cómo lo preparaste?


-Mirá, siempre lo más complicado es cuando uno no sabe bien cuál es la expresión del personaje, cómo acomodar la imaginación, cómo empezar a navegar por esas aguas...


En este caso es un personaje que tiene una bidimensionalidad, en el sentido de que habla consigo mismo, es esquizofrénico, muchas veces yo tenía que hacer el plano y el contraplano, y muchas veces tenía que hablar en dos planos, así: (Actúa sobriamente, hablando consigo mismo) ...y así fui encontrando ese mecanismo, tomando mucha práctica, y llegó un momento en el que tuve mucho control, muchas nociones sobre ese personaje que está dividido en dos: uno débil que es el que lleva a cabo los asesinatos y otro que es el que le da órdenes, órdenes brutales, torturantes, maquiavélicas. .. inhumanas. Es un mecanismo esquizofrénico, una voz que exige realizar tareas imposibles.. .


-¿Descubriste algún lado escondido? (risas...)


-Es como parte del de juego, ¿no? Cecilia me decía "en la primera temporada yo soñaba con el programa, fue muy fuerte"... Yo no lo viví así, soy una persona que disfruta mucho del actuar.
Para mí la expresión siempre es liberadora de algo; dar una expresión a algo es muy importante para un ser humano. Entonces, tener la oportunidad a través de este personaje de darle voz a asuntos de uno que siempre están como en las sombras... fue algo muy bueno.
Además es un personaje que un actor siempre agradece, porque si te sale bien sabés que el espectador se va a conmover, va a entrar en contradicciones. Por un lado va a decir "es un asesino, un hijo de puta", pero a la vez va a asistir a su tormento, que es como un diablo que le está clavando espadas en la cabeza; es un tipo que sufre mucho...


-¿Cómo fue trabajar con todo ese elenco de actores?


-Fue genial, genial, la pasamos muy bien en el set. Fue todo muy hermoso. Y bueno, trabajar con Julio, con Daniel, con Cecilia... Algo así no es trabajo, es un lujo.
Por Claudio Pombinho, desde Buenos Aires

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