viernes, 31 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia y Eleonora Wexler - "Cock" dónde y cuándo ver este estreno de la cartelera porteña.

 La obra habla también sobre el poder que ejerce un individuo sobre otro, el poder que se vela bajo formulaciones verbales como: “te lo dije”, “lo digo por tu bien”, “te amo como nadie te puede amar”. De esta manera, el amor es explorado desde la oscuridad. 
En pocas palabras, Cock es teatro contemporáneo, atrevido, y con dosis de humor. fuente entremujeres

Se estrenó Cock, la controvertida obra de Leonardo Sbaraglia

 Los protagonistas de Cock reciben el aplauso del público
cliquear fotos del estreno



 Leonardo Sbaraglia y su mamá    Roxana Randón en el teatro

Leonardo Sbaraglia y su esposa Lupe Marín en los camarines de teatro

jueves, 30 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Jorge D'Elía, Diego Velázquez- y ellos, cada uno a su tiempo, exponen una calidad notable. Lanacion

Una calidad notable en los intérpretes de la propuesta: D''Elía, Velázquez, Sbaraglia y Wexler. Foto: Ignacio Colo
fotos le la obra - terra

El espectáculo se apoya en los cuatro intérpretes -Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Jorge D'Elía, Diego Velázquez- y ellos, cada uno a su tiempo, exponen una calidad notable. Juegan en distintos registros: el amor, la pasión, el dolor, develan sus miserias y los deseos personales de manera muy frontal. Y logran crear un juego en el que la creatividad se impone, y con fuerza. Es verdaderamente interesante y provocador ese cruce de relaciones que consigue Veronese, porque siempre en ellas asoma una potente y clara intencionalidad. Y esto hace que el público disfrute de muchas situaciones, porque más allá de lo que se diga, hay unos cuerpos en verdadera fricción y esto resulta movilizador de los sentimientos y, sobre todo, del pensamiento. Y es aquí donde uno puede discutir con el autor acerca de esas referencias al género en las que tanto hace hincapié y de manera innecesaria.


Más allá de los reparos al texto, el trabajo expone una elaborada factura, y en eso mucho se destacan los rubros técnicos. En un rico marco escenográfico creado por Alberto Negrín, Cock encuentra su espacio ideal para desarrollarse: el de la pura actuación. Los personajes terminan resultando más inquietantes que la obra que los contiene..LaNacion

LEONARDO SBARAGLIA Y PEUGEOT 308.


http://www.308conquistas.com.ar/

Los protagonistas del film son los actores Leonardo Sbaraglia y Paola Krum; el conductorMatías Martin; la ex modelo y cantante, Deborah de Corral; y el ex Puma, Agustín "Ficha" Pichot

martes, 28 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler y Diego Velazquez "Cock"

No te lo pierdas
"Es una obra que me conmovió porque me parece que habla de todos nosotros, de los seres humanos y de las decisiones -explica Sbaraglia-. De cómo ir encontrándonos con nuestra propia identidad, con nuestros propios deseos, como volver a conquistar el terreno real de lo que deseamos, lo que queremos. Juan, mi personaje, parece haber perdido esa capacidad de registrar lo que quiere. El autor usa la sexualidad como punto de partida, como una metáfora para hablar de la identidad, de crecer, de animarse a tomar las propias decisiones, animarse a ser uno."

"En verdad todos los personajes están peleando por un cuerpo, como si todos estuvieran tratando de encontrar en un pedazo del cuerpo del otro el propio cuerpo. En la obra se impone el territorio físico con todo lo que eso implica: el alma, el deseo, la piel. Es un texto en donde no ves al autor. No da ideas de cómo resolver situaciones, no baja línea. Te permite ver sentimientos, eso es lo que está en juego."

Leonardo Sbaraglia - Días de Vinilo - estreno 27 de septiembre 2012






lunes, 27 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia - Los sueños de niño van creciendo y se van haciendo grande de la mano del arte..»



Cartelera: Vivías en Madrid, ¿que es Madrid para vos?
Leonardo Sbaraglia: Madrid es mi segundo lugar en el mundo, donde viven hoy día muchísimos amigos, mis mayores amistades adultas son de allá y es una ciudad que conozco y me manejo como si fuera mi casa. 
Las coyunturas hacen que uno vaya y vuelva, que de pronto uno esté más instalado aca, pero lo hermoso es tener esa ida y vuelta com algo natural. 

Cartelera: A propósito de la coyuntura, y sabiendo de tus amistades allá ¿ se está tan mal como se dice?
Leonardo : Por supuesto la vivo con mucha preocupación, si yo creo que sí, al menos la gente con que estoy en contacto, es un momento muy delicado, muy nuevo es los últimos veinte años para ellos, es a lo que ellos están recién ahora asimilando como una novedad social que tienen que afrontar, que tienen que ver como salir adelante.

Cartelera: La crisis, ¿toca también al cine al teatro y el espectáculo en general?
Leo: Creo que sí, el espectáculo se ve muy afectado como aporte de grandes recortes que hubo a la cultura, al teatro, al cine y por supuesto nuestra colonia lo está sufriendo mucho, mucho. 

Acerca del éxito de la serie televisiva  “En Terapia”el polifacético actor acotaba: “ Al margen de la TV. el cine y el teatro “Terapia” es un tipo de propuestas que te pasan muy pocas veces en el terreno artístico, donde se reúnen todas las condiciones para hacer que llegue a la gente de esa manera, con tanta emoción, con tanta calidad, con tanta carga. Yo lo veo en el público en la calle. Seguramente se hará una segunda temporada donde  participaré, respetando como son las series y  temporadas originales. Los únicos personajes que seguirán (Norma Aleandro y Diego Peretti) pero los pacientes cambian. Afirmaba Leo

Cartelera: Cambiando de tema, a nuestros lectores les interesa conocer los primeros pasos en la carrera de sus actores preferidos  y en ese sentido contános ¿como se relacionan tus sueños de niño con esta profesión de hoy?
Leo: Por suerte muy rápidamente me fui encontrando con unas ganas de expresarme, que uno las siente primero  como un chico, las ganas de un chico de salir a jugar al teatro, de salir a jugar a ser otro. Y esas ganas, ese estímulo y ese deseo se va complejizando, te va llevando hacia otros lados, te va llevando hacia el estudio, hacia las ganas de investigar, hacia las ganas de crecer. Y eso es un poco lo que sucede, que ese deseo de niño se va manteniendo y se va haciendo grande de la mano del arte, de la mano de los personajes, de los grandes compañeros que uno lo rodean, de los grande directores.

Cartelera: ¿Recordás de  alguna representación en la escuela ?
Leo: De chico era muy tímido, de las primeras experiencias que tuve entre los 11 o 12 años, fue en la clase de literatura que me llamaron para representar un cuento (La isla desierta),  fue mi primera actuación en público, y fue una maravilla. Todo lo que sentía, las emociones y todo lo que me pasaba frente a mis compañeros , me emocioné y me largué a llorar.

Cartelera: y cuando fue comienzo profesional?
Leo: Comencé a los quince/dieciséis en “La noche de los lápices” en el cine directamente. Participé en una extensión de lo que era Clave de Sol en televisión. Pero lo que considero mi primer trabajo en teatro fue en “Huérfanos” de Aníbal Morixe, a los 19 años, en el Teatro Payró.

Cartelera: ¿Como fue la experiencia de haber trabajado con Robert De Niro?
Leo: Con él no tuve el lujo de participar en escena, pero tuve el gusto de conversar con él y bueno, bárbaro, ahora espero que esa película se estrene aca , - rodada en Barcelona- es una participación muy pequeña, pero imaginate estar ahí entre esa gente. La película se llama Red ligth (Luces rojas) y se estrena en Agosto en EEUU.

Cartelera: Del cine español ¿cual fue la película que más te remarcó?
Leonardo: Para mi hay pilares, Intacto, La ciudad sin límites, Carmen, El concursante, El Rey de la montaña, Salvador , fueron partes de esos pilares más importantes para mi. 

Cartelera: ¿Nuevos proyectos ?
Leonardo: Ahora estoy ensayando una obra de teatro Cock, dirigidos por Daniel Veronese. Cada trabajo que uno arranca, siempre piensa que tiene que volver a empezar. Se estrena a fines de Agosto en el teatro “La Plaza”. En cine ha sido un año más complicado, también por la coyuntura, los ciclos económicos, más complicado de financiación, este año no he hecho ninguna película, iba a rodar pero finalmente no se pudo, pero bueno con muchos estrenos, “El campo” que va por la quinta semana en Paris, también en Italia y con muchos estrenos pendientes. Una película de Daniel Rosenfeld “Cornelia frente al espejo” ; “Días de vinilo”  de Gabriel Nesci,  todas para este año.

Cartelera: Un sueño para la argentina
Leo: Que se pueda seguir afianzando el país más sólido que yo siento que estamos teniendo en los últimos años, que se siga consolidando eso. En principio un país que siga creyendo en que tiene que ser de todos, en que siga creyendo en la inclusión y no la exclusión y que siga creyendo en los recursos del estado, en ese tipo de modelo .

domingo, 26 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Diego Velázquez y Jorge D’Elía - Paseo La Plaza Av. Corrientes 1660 – Buenos Aires - "Cock"








Este domingo “Tendencia",19 hs Canal 9,  Leonardo Sbaraglia, Un Galán De Exportación, Vuelve Al Teatro En La Calle Corrientes – 19 hs Canal 9

Ficha:
Elenco: Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Diego Velázquez y Jorge D’Elía
Autor MIKE BARTLETT
Versión y Dirección: DANIEL VERONESE
Diseño de Escenografía ALBERTO NEGRIN
Diseño de Iluminación y Supervisión Técnica MARCELO CUERVO
Diseño de Vestuario LAURA SINGH
Asistente de Dirección y Stage Manager DIEGO CURATELLA
Comunicación Visual GABRIELA KOGAN
Prensa SMW
Directora comercial Marina Marchesotti
Productora Ejecutiva BARBARA RAPOPORT
Directora de Producción ROMINA CHEPE
Productores Asociados TINA GALINDO, CLAUDIO CARRERA, FEDERICO GONZALEZ, COMPEAN y SEBASTIAN SANCHEZ
Productor General SEBASTIAN BLUTRACH

sábado, 25 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler y Diego Velázquez, en una comedia sobre un hombre gay que se enamora de una mujer. "Cock".


"Es una obra que me conmovió porque me parece que habla de todos nosotros, de los seres humanos y de las decisiones -explica Sbaraglia-. De cómo ir encontrándonos con nuestra propia identidad, con nuestros propios deseos, como volver a conquistar el terreno real de lo que deseamos, lo que queremos. Juan, mi personaje, parece haber perdido esa capacidad de registrar lo que quiere. El autor usa la sexualidad como punto de partida, como una metáfora para hablar de la identidad, de crecer, de animarse a tomar las propias decisiones, animarse a ser uno."
"En verdad todos los personajes están peleando por un cuerpo, como si todos estuvieran tratando de encontrar en un pedazo del cuerpo del otro el propio cuerpo. En la obra se impone el territorio físico con todo lo que eso implica: el alma, el deseo, la piel. Es un texto en donde no ves al autor. No da ideas de cómo resolver situaciones, no baja línea. Te permite ver sentimientos, eso es lo que está en juego." Fuente LaNacion

viernes, 24 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia y Eleonora Wexler: El amor tiene cara de mujer. hoy se estrena "Cock".



Hombre se enamora de hombre. Luego, hombre se enamora de mujer. En este cuento no importan los nombres y no importan los géneros. Acá se narra el amor más allá de los cuerpos y de las categorías. Amar como un verbo sagrado que no distingue femenino o masculino. Leonardo Sbaraglia y Eleonora Wexler se entregan desde hoy, en La Plaza, a un texto intenso del inglés Mike Barlett: Cock , con dirección de Daniel Veronese. Como Romeo y Julieta, enfrentan a otros Montescos y a otros Capuletos que no son más que las convenciones sociales y las cadenas autoimpuestas. “Hablamos de la libertad”.
Libertad ya desde los camarines. Tanta que invitan a que la entrevista se desarrolle en el piso, sin sillas ni mesas. Ella prefiere la luz incandescente, él la de baja intensidad “porque a menos luz, más misterio”. A más de 25 años de carrera cada uno, la cuestión, con o sin sillas, es hablar de la intensidad que uno intenta atravesar en la adultez: “En cierto momento hay que salir a buscar los peces que viven en las profundidades, y ya no los de la superficie, ¿no?”, propone Sbaraglia.
Pasaron 15 años desde el primer y único encuentro laboral. Epocas de El garante , la ficción que protagonizaba Lito Cruz. Para ese entonces, casualmente, eran pareja de ficción, aunque fuera del set cada uno cargaba con inseguridades propias de la juventud: “Yo era más tensa, más exigente, pero no desde un buen lugar. Ahora aprendí a soltar y a no tomarme tan en serio. El que era serio era Leonardo, y yo me preguntaba, ¿seguirá siendo así?”, suelta Wexler. “Yo era más tímido. Me costaba más conectarme. Estaba más pendiente de que me tomaran en serio que otra cosa y uno en eso se pierde la vida”, juzga. “La experiencia de vivir tantos años en España me enseñó el borrón y cuenta nueva. Si uno no capitaliza los años, ¿Para qué crece, no?”.
Crecidos, le ponen el pecho a Juan y a M (Juan es el único personaje de los cuatro que tiene nombre. El resto del elenco lo integran Diego Velázquez y Jorge D’Elía). Juan es homosexual y tiene pareja, pero un día descubre el amor de una mujer y se dirime entre dejar las categorías de lado o continuar con los rótulos a los que uno se somete ya desde la crianza.
¿La obra viene a dar cuenta de la existencia de los grises? Como si quisiera hablar del amor ya no como blanco o negro, sino en sus infinitas posibilidades...
Sbaraglia: Exacto. Hay grises y otros colores. Lo personal que habita en cada quien. Se refiere a cómo la sociedad establece el modo de relacionarse, los límites, los roles que se asignan a cada uno. Uno se acomoda en esos roles y pierde la tridimensionalidad de los vínculos. Uno se puede acercar a una persona porque es persona, independientemente de ser hombre o mujer. Igualmente, la obra usa el género y la homosexualidad o heterosexualidad como excusa.
Wexler: Hablamos de aprender a ser libres. De encontrarnos con nuestros propios deseos, de la entrega, de la imposibilidad de elegir cuando se está atrapado en un lugar. Y también del lugar de los padres que crían como pueden, imponiendo estructuras.
La eterna necesidad de categorización de las cosas...
Sbaraglia: Eso, cómo a uno lo llenan de armas en la vida. El tema es si esas armas que los padres nos dan van a servir para defendernos o van a servir como obstáculos o escudos.
Wexler: Hay algo especial de esta obra que toca a padres y a hijos. Vinieron al ensayo nuestros padres y se quebraron. Es una modalidad de Veronese curtir al actor con público en los ensayos. Y los padres lloraban...
Sbaraglia: Mi madre, como actriz (Roxana Randón), está acostumbrada. Pero a mi padre lo vi pocas veces llorar de esa forma. Se ve que hay algo de la obra que habla de cómo nos van construyendo los padres. Y de cómo nos enseñan a amar.
¿Y cómo se exploran en la historia las relaciones de poder y sometimiento en una pareja?
Sbaraglia: Hay un sometido, mi personaje, y uno que da instrucciones (Velázquez). Como si uno no supiera quién ser y qué sentir, y ahí está el drama. El esperar la aprobación del otro. Mi personaje es el único que tiene nombre y, paradójicamente, es el que más problemas de identidad sufre.
Wexler: Mi personaje, M, no sabe al principio que él es homosexual. Viene fracasando en el amor, se divorció, y se enamora de alguien diferente. Imaginate para una mujer lo increíble que es hacerle descubrir a un hombre un mundo...
Sbaraglia: Más allá de que ella sea mujer, lo que encuentra él en esta relación es un detonante a la confianza. Ella le hace sentir la confianza que su pareja, no. Bueno, el amor mismo: cuando uno es amado, se siente más hermoso e inteligente que nunca. ¿No?
Remarcan las críticas internacionales el adjetivo “provocadora”. ¿En qué sentido consideran provocadora esta pieza?
Sbaraglia: No es provocadora desde lo procaz. No va a los talones del espectador, pero provoca cuando habla de los sentimientos. Lo original es que hace años se contaba eso de que un heterosexual en pareja descubre su homosexualidad. Acá el distintivo está dado porque es al revés. Un instrumento nuevo. Y una metáfora hermosa: aprender a confiar en lo que uno desea, por más estrafalaria que sea esa decisión. La felicidad de uno no tiene por qué generar infelicidad en los otros.
Piensan en la cercanía del estreno y admiten “miedo”. El confiesa que esa instancia suele traerle “pesadillas”, y ella se repite detrás del escenario la misma frase: “¿ Para qué me metí en esto ?”. El interrogante, claro, se diluye en segundos. “Salís a la cancha y ese día estás dispuesto a matar a cien toros”, se ríe él, que lleva a cuesta un libro de Peter Brook, el mismo director que avisa que “si una obra confirma todo aquello en lo que ya creíamos, no nos sirve para nada”.
Otra vez a escena. El agua del esfuerzo les cae por la frente y ellos escarban y escarban en el texto. Porque como dice Sbaraglia, a esta edad ya no se conforman con los peces de la superficie. Ahora salen a pescar en la profundidad.  fuente Clarin.com

jueves, 23 de agosto de 2012

"Cock",que se estrena mañana en el Paseo La Plaza, Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Diego Velázquez y Jorge D'Elía, y con la dirección del prestigioso Daniel Veronese



Las piezas teatrales que hacen historia son aquellas que revolucionan las ideas del público de su época, las que arrancan a los espectadores violentamente de su lugar común, los llevan de viaje por una nueva concepción del mundo y luego los devuelven a sus butacas, para que cuando salgan reflexionen (o no) acerca de ese nuevo paradigma propuesto. Por eso, ni más ni menos, el estreno de Cock, mañana a las 21.30 en el Paseo La Plaza, es sin dudas uno de los grandes acontecimientos teatrales de la temporada. Con un gran elenco que conforman Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Diego Velázquez y Jorge D’Elía, y con la dirección del prestigioso Daniel Veronese, esta obra que escribió el inglés Mike Bartlett llega a la Argentina luego de gran éxito en España, México, Malasia, Londres y Broadway para romper con todos los supuestos que la sociedad tiene sobre al amor y las relaciones de pareja.
Cock, dividida en tres actos, hace foco en la vida de Juan (Sbaraglia), un joven homosexual que se enamora de una mujer. El público transita paso a paso la confusión que sufre el personaje, que luego de contarle a su pareja (Velázquez) lo que siente, se ve obligado por sus dos amores a decidir con quién de ellos quiere quedarse. Ambos le juran felicidad (“puedo darte hijos”, dice ella; “conmigo también podés tenerlos, siempre se puede adoptar”, dice él), pero lo único que consiguen es que Juan se vea cada vez más presionado y no logre saber quién es y qué quiere verdaderamente. Hay un cuarto personaje, interpretado por D’Elía, que hace del padre de Velázquez y aparece en el último acto (en el cual los cuatro se reúnen a cenar para discutir qué hacer) para “colaborar” con la decisión de su yerno.
La gran idea revolucionaria de la obra es la que plantea Juan: “¿Por qué no puede importar más con quién me acuesto que con qué me acuesto?”, pregunta en medio de la discusión final, proponiendo una concepción del amor que ya no atiende distinción de sexos, sino algo mucho más puro y más esencial que pugna por el amor a los seres, independientemente de lo que ellos sean. “Una concepción futurista”, según apunta el propio Sbaraglia. Así, con ese disparador, la obra indaga sobre la identidad del hombre y su verdadera libertad de elección, cuestionando la falsa apertura de estos tiempos. “Es muy interesante lo que propone. Cada vez es más difícil encontrar obras inteligentes y que además estén bien escritas y digan algo, que se metan con temas de los cuales uno pueda aprender. Esta cayó en mis manos y antes de terminar de leerla me di cuenta de que era una de ésas y que no podíamos no hacerla”, asegura Veronese en charla con Página/12.
–¿Qué le vieron de especial?
Daniel Veronese: –Que plantea algo diferente a lo que es de sentido común en la vida. Que está muy bien dialogada, es muy potente, muy viva. Y sobre todo que habla de deseos, de lo que la gente quiere y necesita. Y como la vida se explica a partir de las elecciones humanas, eso la hace muy interesante.
Leonardo Sbaraglia: –Para mí es una obra simple, hermosa, conmovedora, coloquial y muy moderna al mismo tiempo. Es interesante porque usa la anécdota de la sexualidad para hablar del encuentro con algo más profundo que tiene que ver con la identidad y el deseo de uno. Propone de algún modo volver a conquistar el espacio del propio cuerpo, aprender a elegir sin depender todo el tiempo de lo que otros quieren para uno. Y eso es algo que pasa en la vida, porque muchas veces se está encerrado en una situación y no se sabe cómo salir. Bueno, esta obra habla de eso, por eso nos gusta.
–¿Creen que el público está listo para aceptar ese mensaje que plantea otra concepción totalmente distinta de la que la sociedad actual tiene acerca del amor, de la sexualidad y de la identidad?
L. S.: –Puede ser que haya gente lista, pero de seguro hay mucha que no lo está, por eso está bueno contarlo. En ese sentido, Cock es una obra moderna porque lo que plantea es el lugar ideal al que debería llegar todo ser humano.
D. V.: –En términos generales el hombre no está listo para amar sin distinción de sexo. Veo a esta obra más bien como un mensaje para el futuro. Aunque la hemos manoseado tanto que lo que puede llegar a pasar con el público se nos va de las manos, porque es de esas piezas que lo mueven a uno de su lugar común y eso es muy personal.
–Usted hizo justamente una versión de Casa de muñecas, de Henrik Ibsen, probablemente la pieza teatral que más rompió con el paradigma de su tiempo. Cock se aproxima a ella en ese sentido. ¿Este tipo de obras puede generar una revolución en el pensamiento de una época?
D. V.: –No creo que el teatro tenga el valor de producir un cambio tan grande, pero si genera cierta molestia en el público eso quiere decir que por lo menos algo se está gestando. Por eso es tan importante elegir qué hacer, aunque tenga que pasar mucho tiempo para que se entienda.
–El personaje que menos comprende lo que pasa con el triángulo amoroso es el padre. ¿El mensaje es que la tercera edad está más lejos de entender eso que dice se está gestando?
D. V.: –El mensaje es que son los jóvenes quienes siempre buscan la revolución, aunque luego, cuando crecen, también se acostumbran a lo que hay. Este padre tiene un profundo amor por su hijo y por él intenta aceptar. Yo lo comprendo y lo respeto, y por eso traté de quitar todo lugar maligno de ese personaje. De hecho es alguien que intenta estar lo más abierto posible, porque en una primera instancia aceptó la relación homosexual de su hijo. Pero esa apertura no deja de ser un esfuerzo para él, no es algo que le salga naturalmente.
–Es extraño, porque lo que ahora no puede aceptar es la heterosexualidad...
L. S.: –Eso es lo original de la obra, que comienza con la normalización de la homosexualidad, presentada como una batalla ya ganada. Lo que se plantea es que la que hay conquistar ahora es otra, una que tiene que ver con la normalización de las relaciones en general. Hace diez años la obra se hubiera escrito al revés, hubiera empezado con una pareja heterosexual y uno de ellos se enamoraría de alguien de su mismo sexo. La obra muestra que eso ya no importa, que lo fundamental es y siempre ha sido construir relaciones sanas y de amor con quien sea. Que hay que atacar el rol, el deber ser. Siempre nos queremos ubicar en una profesión, en una carrera, en una personalidad y en una orientación sexual. Hay que romper con eso, descubrir el ser de cada uno. Mi personaje tiene eso, por eso es muy difícil de actuar. Está intentando no depender de otros para descubrir qué es lo que quiere. Está inmerso en un delicado equilibrio. Para mí, actuarla es todo un desafío.
–¿También lo es dirigirla?
D. V.:–Absolutamente. Desde el comienzo, porque el texto original no tiene indicaciones, por lo cual cada director tiene que elegir cómo hacerla guiándose por lo que dicen los personajes. Pero eso en realidad es una suerte, porque quiere decir que la obra habla como habla la gente. Hay muchas otras en las que las ideas están por encima de los personajes, es decir que están llevadas únicamente por el autor y no por ellos. En Cock el público puede entender a los cuatro personajes. Y cuando lo hace se da cuenta de que ninguno tendrá el paraíso, pero tampoco el infierno. Que son sujetos que se desnudan y pelean hasta lugares irrisorios en pos del amor. Por eso es una obra que se explica en sí misma, puesta en escena. Desaparece el teatro de ideas y aparece la verdad.
–¿En qué sentido?
D. V.: –En el sentido en que aparece la vida en el escenario. Sería un crimen que no lo hiciera.
* Cock se presentará, desde mañana, los miércoles, jueves y domingos a las 21, los viernes a las 21.30 y los sábados a las 20 y a las 22 en la sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza, Av. Corrientes 1660. Localidades desde $140.

martes, 21 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia -"Cock" en el Paseo La Plaza


Bajo la dirección de Daniel Veronese se presenta la obra “Cock” en Buenos Aires.  Se trata de una comedia escrita por Mike Barlett, autor inglés cuyo guión fue adaptado por el propio Veronese para que subir a escena en el PaseoLa Plaza.
El argumento de la obra “Cock” gira en torno a un joven gay, llamado John (Leonardo Sbaraglia), que está en pareja pero que, repentinamente, se siente enamorado de una mujer. Sorprendido, el novio de John decide organizar una cena para conocerla y al encuentro se suma el padre del protagonista, quien aún no puede superar que su hijo no vaya a tener una vida normal.
El elenco de “Cock” está integrado por Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler, Jorge Delía, y Diego Velázquez.
Las funciones de “Cock” se realizan domingos, miércoles y jueves a las 21:00, viernes a las 21:30, y sábados a las 20:00 y 22:00 horas en el Paseo La Plaza, que está ubicado en Avenida Corrientes 1660 de Capital Federal

sábado, 18 de agosto de 2012

LEONARDO SBARAGLIA – ELEONORA WEXLER protagonizan el estreno de COCK con JORGE D’ELIA y DIEGO VELAZQUEZ Dirigidos por DANIEL VERONESE ESTRENO 24 DE AGOSTO DE 2012

–Cock, 
–(Se ríe) Sí, ese es el doble sentido. Y el espectáculo es muy interesante porque habla sobre una pareja gay establecida, con varios años de relación. Mi personaje entra en crisis con su identidad y establece una relación con una mujer por primera en su vida. Es exactamente al revés de cómo suceden las cosas en general. Es una especie de rompecabezas en el que se cuenta la historia de una manera muy particular.
 –¿Tiene que ver con el planteo de amor por la persona más allá del género?
–Sí, exactamente. Utiliza el tema de la sexualidad para hablar de las decisiones, del deseo, del tipo de relaciones que uno establece. Además, tiene un lenguaje muy llano y se habla desde el corazón, desde el sentimiento, y esto establece un diálogo muy accesible y conmovedor.
–Es muy moderna la idea dentro del ámbito de las obras.
–Creo que es una de las primeras obras en las que se aborda el tema. Si no me equivoco se estrenó en Londres hace tres años. La verdad es que estoy muy contento y asustado también. El teatro es un lenguaje muy difícil y me genera una especie de vértigo.
–¿Su personaje es el que transita estos amores y lugares límites?
–Sí, son lugares muy lindos y fronterizos a la vez. En eso estamos en este momento, haciendo el proceso que vive el personaje.
–¿Y Leo qué opina sobre estos temas?
–Comparto completamente la idea de la obra. Me parece una idea que tiene mucho que ver con el ser humano. No me ha pasado, pero entiendo que puede suceder.Siempre me he enamorado de mujeres... al menos por ahora. Pero la propuesta es muy interesante porque rompe estereotipos. No habla solamente sobre la sexualidad, habla sobre la identidad y los sentimientos, sobre los vínculos y las disfunciones sociales en las que nos meten. El personaje es alguien que está tratando de salir de un encierro. Y eso es algo universal. (PLANETAURBANO).

jueves, 16 de agosto de 2012

LEONARDO SBARAGLIA - UN ARGENTINO SIN FRONTERAS - PLANETA URBANO.

Es reconocido mundialmente, aunque esto no parece importarle demasiado.

–Tiene varias películas por estrenar: Red Lights, Cornelia frente al espejo y Restos. –Es verdad, pero no se aún las fechas de estreno porque son todas producciones de afuera. Excepto Cornelia, que es una película independiente que en este momento está en manos de Daniel Rosenfeld (director), y está decidiendo en qué mercado conviene presentarla. Por su parte, Red Lights estrena entre agosto y septiembre. Restos es una película mexicana que se  presenta recién el próximo año. Lo único que te puedo confirmar hoy es que a fines de agosto estreno Cock, una obra de teatro en el Paseo La Plaza.
–Cock, ¡qué nombre!
–(Se ríe) Sí, ese es el doble sentido. Y el espectáculo es muy interesante porque habla sobre una pareja gay establecida, con varios años de relación. Mi personaje entra en crisis con su identidad y establece una relación con una mujer por primera en su vida. Es exactamente al revés de cómo suceden las cosas en general. Es una especie de rompecabezas en el que se cuenta la historia de una manera muy particular.


 –¿Tiene que ver con el planteo de amor por la persona más allá del género?
–Sí, exactamente. Utiliza el tema de la sexualidad para hablar de las decisiones, del deseo, del tipo de relaciones que uno establece. Además, tiene un lenguaje muy llano y se habla desde el corazón, desde el sentimiento, y esto establece un diálogo muy accesible y conmovedor.
–Es muy moderna la idea dentro del ámbito de las obras.
–Creo que es una de las primeras obras en las que se aborda el tema. Si no me equivoco se estrenó en Londres hace tres años. La verdad es que estoy muy contento y asustado también. El teatro es un lenguaje muy difícil y me genera una especie de vértigo.
–¿Su personaje es el que transita estos amores y lugares límites?
–Sí, son lugares muy lindos y fronterizos a la vez. En eso estamos en este momento, haciendo el proceso que vive el personaje.
–¿Y Leo qué opina sobre estos temas?
–Comparto completamente la idea de la obra. Me parece una idea que tiene mucho que ver con el ser humano. No me ha pasado, pero entiendo que puede suceder.Siempre me he enamorado de mujeres... al menos por ahora. Pero la propuesta es muy interesante porque rompe estereotipos. No habla solamente sobre la sexualidad, habla sobre la identidad y los sentimientos, sobre los vínculos y las disfunciones sociales en las que nos meten. El personaje es alguien que está tratando de salir de un encierro. Y eso es algo universal.


–Volviendo a Red Lights, cuénteme cómo fue la experiencia de trabajar con actores como Robert De Niro y Sigourney Weaver.
–Es diferente en varios aspectos. Se trabaja con mucha más libertad económica y eso te cambia todo. Se filma más tiempo, más días y se repiten escenas mil veces. Se mide todo en otras escalas, es genial. La película se filmó en Barcelona y Canadá, pero yo estuve sólo en Barcelona. Con De Niro no compartí escenas, aunque me hubiese encantado. Fui a verlo rodar y quedé fascinado. Tiene una forma de trabajar que me recuerda a Federico Lupi o Lito Cruz. Son personas que abordan el texto y las escenas de manera muy relajada y con una conexión fuerte con el papel. Con Sigourney Weaver compartí más porque tengo una escena con ella, y fuimos a almorzar un par de veces. Es una mujer superelegante, refinada, muy culta. Es hija de diplomáticos y tiene esa impronta... ¡y es altísima! Mide 1,85. Es muy alta y muy encantadora. Si tengo que sacar una conclusión, fue una experiencia muy interesante poder ser parte de otra forma de hacer cine.

–Lo voy a sacar un rato de lo concreto, le propongo un juego, ¿le parece?
–Encantado.
–¿Cine, teatro o televisión?
–Los tres, porque son tres lenguajes diferentes y te relacionás desde otros lugares.
–Noto que le gusta cantar y lo hace muy bien.
–Sí, me gusta mucho, y voy en esa dirección porque el año que viene voy a hacer un espectáculo de canto.
–¿Vicios o virtudes? ¿Qué lo atrae más?
–¿Qué son los vicios y qué son las virtudes?


–¿Qué son los vicios y qué son las virtudes para usted?
–Ah, me estás haciendo pensar. Lo único que sé es que, conteste lo que conteste, voy a quedar reducido a un juicio. Si los vicios son parte de una dependencia que te encierra habría que tratar de destrabar esa situación. Me parece que la vida se va entrelazando de esa dialéctica entre vicios y virtudes. Muchas cosas son tóxicas en la sociedad, pero son parte de ella. No hay que negar ni ocultar los vicios ni exacerbar las virtudes. En mi trabajo, para armar un personaje, estoy siempre indagando en las oscuridades, en lo incontenible del ser, en los extremos. Pero para poder hacerlo no se puede tener prejuicios sobre ninguna forma de sentir o de ser. Uno no puede quedarse atrapado en un sistema bidimensional, tiene que entrar en uno que lo contenga todo, y allí no puede haber límites. Opinar sobre eso es juzgar, y por lo que hago, no puedo escindir la virtud del vicio en términos artísticos. En la vida vivimos en la realidad concreta y uno no puede perderse en terrenos dañinos o relaciones tóxicas, menos cuando tenés un hijo.
–¿Tiene algún vicio?
–Si hablamos de algo que no pueda manejar,  no. Digamos que no me siento atado a nada. Además, tengo que ser sincero, en mi trabajo uno puede licuar todos los sentimientos que se pueden definir como oscuros y transformarlos en arte. Es una forma de catarsis creativa.
–¿Qué es lo que más valora en una persona?
–La honestidad, la generosidad, la atención por el otro, la disposición hacia el otro. La inteligencia, por supuesto, pero siempre al servicio de construir con el otro.
–¿Qué no soporta?
–El egoísmo como un desprendimiento de la idiotez. Pero no la idiotez por falta de recursos, sino la estupidez de ir por la vida con anteojeras. No soporto la soberbia.
–¿Sueños por cumplir?
–¡Muchos! Me encantaría hacer más películas  como Red Lights...–(Interrumpo) Y hacer  escenas con De Niro. –(Risas) No sé si me animaría.
–¿Por qué no?
–Realmente no lo sé. Tendría que estar ahí y ver qué sale. –Pero hace un rato me dijo que le hubiese encantado hacer alguna escena con él. –Sí, es la dicotomía en la que nos movemos los seres humanos.
–¿Tiene miedos?
–A veces al público le tengo miedo. Es esa paradoja de desear esa mirada y al mismo tiempo el miedo a esa mirada.
–Si pudiera pedir tres deseos, ¿qué pediría? –En este momento que la obra salga bárbara. Quiero poder disfrutarla, sentirme cómodo y hacer un lindo trabajo. Quiero que mi hija crezca sana y sea feliz. Que encuentre algo que realmente le guste hacer y lo haga, que esté con quien le guste y que sigamos teniendo la maravillosa relación que mi mujer y yo tenemos con ella. Ese deseo se extiende a mi mujer y a su felicidad. Y realmente me encantaría que la gente pueda ver cada vez más lo genial que es como artista.
–¿Hacia dónde cree que se mueve el mundo?
–Si uno revisa y lee a los historiadores se da cuenta de que hoy el mundo es mucho más humano que hace cien años. Y, sobre todo, hay una conciencia sobre la realidad que nos rodea, más conciencia de la humanidad y de la deshumanidad. Idealmente hacia ahí se dirige el mundo gracias a la gente que todos los días hace algo para que así sea.
–Su obra favorita.
–¡Qué difícil elegir! En el arte me encanta lo que hace mi mujer, me gusta mucho también Lucian Freud, Henry Moore, Berni y Antonio López. Es tanto que me cuesta responder.
–¿A quién admira?
–Marlon Brando, Al Pacino, Robert De Niro, Daniel Day-Lewis, Peter Brook. Hablo de ellos como artistas, por lo que logran transmitir.
–Si no hubiese sido actor, ¿qué hubiera elegido?
–No lo sé, pero sí te puedo decir que tendría que ser algo relacionado con la expresión, con la comunicación. Créanme que después de una tarde llena de sorpresas, quedó claro.
Leo Sbaraglia es ACTOR, sin nada más que agregar.
Por: Julia Devotto // Fotos: Karím Fortunato Pereda // Retoque di gital : Julio Col antoni

Leonardo Sbaraglia y Tarrés homenajearon a Rodolfo Walsh

El sábado 11 de agosto se desarrolló en el Teatro del Libertador una puesta en escena en homenaje al escritor desaparecido Rodolfo Walsh. Ésta consistió en la lectura y musicalización de dos obras del periodista.
Fernando Tarrés, licenciado en composición musical del departamento de Música de la Universidad Nacional de Córdoba, fue convocado para este homenaje por el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. La idea fue brindar un tributo a este hombre que tanto significó, no solo desde lo periodístico sino también desde lo político. “El periodismo es libre o es una farsa”, dijo hace más de treinta años. Desapareció durante el último golpe militar en Argentina, pero aún hoy su impronta sigue presente.
Fue una obra multidisciplinaria con música, artes visuales y lectura. Las sensaciones transmitidas y la fuerza de la voz de quien sabe interpretar un texto. La música exacta, imágenes abstractas que cobraron forma al ritmo de las palabras. Un violín y un violonchelo para aplaudir de principio a fin.
Una escenografía simple, Fernando Tarrés y su computadora desde donde se proyectaron las imágenes, Leonardo Sbaraglia sentado tras un escritorio, lámpara de mesa y hojas para leer. Detrás de ellos, en tarimas, Damián Bolotín en violín y Jerónimo Carmona en contrabajo.

Las imágenes a lo largo del espectáculo reflejaron lo que Sbaraglia ponía en palabras. Fragmentos de la ficción periodística Operación Masacre y del cuento Esa mujer tomaron vida en voz del actor y en la pantalla gigante.

Un fragmento del capítulo “La Matanza” de Operación Masacre fue una de las citas leídas, quizá la más estremecedora. “… pero de pronto Livraga, que sigue inmóvil e inadvertido en el lugar en que cayó, escucha la voz desgarradora de su amigo Rodríguez, que dice:-  ¡Maténme! ¡No me dejen así! ¡Mátenme!” leyó (interpretó) Sbaraglia, con una intensidad de esas que se sienten en el aire, casi se palpan

miércoles, 15 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia, Eleonora Wexler - dirección Daniel Veronese "Cock"

COCK (del joven autor inglés Mike Barlett), la obra más polémica y provocadora de la temporada actual en Broadway, llega a Buenos Aires con un elenco liderado por Leo Sbaraglia y Eleonora Wexler, acompañados por Jorge Delía y Diego Velásquez, bajo versión y dirección de Daniel Veronese y producción de Sebastián Blutrach.

COCK es una obra moderna e incisiva sobre el amor, la sexualidad y las dificultades que surgen cuando los seres humanos descubren y reconocen la existencia de alternativas en la búsqueda de su felicidad, mientras confrontan el rechazo de los demás y enfrentan la categorización social.

COCK narra la historia de un joven gay que repentinamente se enamora de una mujer. John (Leo Sbaraglia), inesperadamente y contra todos los pronósticos se enamora de una mujer (Eleonora Wexler). Fascinado por ella, John sufre hasta animarse a confesar su dilema amoroso a su pareja (Diego Velásquez) quien intrigado, decide organizar una cena en casa para conocer a la susodicha. Al encuentro se suma el padre de John (Jorge Delía) quién no puede superar que su hijo no vaya a tener una vida “normal” junto a su pareja establecida.

COCK ha sido una de las piezas más destacadas en los escenarios de Londres los últimos años. Se estrenó en el Royal Court Theatre en 2009 recibiendo el máximo premio del teatro inglés: el Oliver a la Mejor Obra del Año. Actualmente se encuentra en cartel en Broadway y previamente se ha montado con gran éxito en España, Bélgica y Malasia. En México fue recientemente protagonizada con gran éxito por Diego Luna en el Teatro de los Insurgentes.
Desde: $ 140Hasta: $ 180
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martes, 14 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia volverá a las tablas con “Cock”


Tras su destacado paso por la tira “En terapia”, Leonardo Sbaraglia volverá a las tablas con “Cock”, una controvertida comedia que narra la historia de un hombre gay en pareja que se enamora de una mujer.
Escrita por el inglés Mike Barlett, la pieza es uno de los espectáculos más polémicos de la actual temporada en Broadway y llegará a la cartelera porteña con versión y dirección de Daniel Veronese y producción de Sebastián Blutrach.
La trama del espectáculo gira en torno a John (Sbaraglia), un joven gay que contra todos los pronósticos se enamora de una mujer (Eleonora Wexler). Fascinado por ella, el protagonista sufre hasta animarse a confesar su dilema amoroso a su pareja (Diego Velásquez), quien intrigado, decide organizar una cena en casa para conocer a la susodicha. fuente eldia

domingo, 12 de agosto de 2012

Leonardo Sbaraglia "desearía que el día tuviese más horas porque siento que nunca me alcanza el tiempo"


Aunque mi participación es corta y no compartí ninguna escena con De Niro, cruzarme con él fue algo muy importante: es de los tipos que más he admirado en mi vida", cuenta el actor en una charla con "Río Negro" en un café de la Avenida Libertador, cerca del bario de Retiro.
"Los personajes que más me hubiesen costado, como 'En terapia' o 'Plata Quemada', me han salido más fácil de lo que creía porque he estado bien rodeado", dice.
–¿Dependen entonces del entorno más que de lo que pueda hacer uno?
–Sí. No es que un personaje te agarra a vos en un momento, sino que de pronto a vos te aparece la oportunidad de un personaje, con un buen guión y un buen director, para ponerte a la altura. No es que uno está en un momento extraordinario y entonces hacés un personaje extraordinario. No. Te toca un personaje extraordinario y es más fácil que puedas aprender y ponerte a la altura de eso. Si te toca un personaje y un director de mierda, hacés un trabajo de mierda. Es muy difícil que lo puedas levantar. Es como tratar de meter diez litros de agua en un vaso.
–¿Un buen director alcanza para lograr un buen papel?
–Es mucho. Te pueden pedir que hagas Hamlet, que es un personaje genial pero el director no es bueno y... Me ha pasado y no lo hice. Ahora si te lo ofrece Agustín Alezzo, Javier Daulte, Daniel Veronese... se hace, no lo dudes. Porque un lenguaje, una narración, la termina de construir el director con el actor. "En terapia" está muy bien escrito, es más fácil ser buen actor así. Pero hace falta un buen director atrás que te esté mirando y te esté dirigiendo. El director es un tipo que tiene que estar en cada detalle, que sea culto, inteligente, que quiera y le tenga confianza al actor, que crea que es posible seguir descubriendo filamentos y filamentos, como es Alejandro Maci.
–¿Esta cuestión reflexiva tuya tiene que ver con tus padres?
–Sí, supongo que eso ayuda. Mis viejos siempre han sido gente que ha puesto en palabras los procesos.
–¿Te gusta definir las cosas?
–Claro, a quién no le gusta poder entender un concepto. Aunque no todos se encuentran con las palabras.
–Pero a vos te gusta buscarlas.
–En una entrevista no te queda otra. Hay que hablar. En la vida a veces no hacen falta tantas palabras. Pero también me gusta hablar, depende con quién. Con mi mujer charlo mucho, con mis padres, con mis suegros. La situación de entrevista es extraordinaria porque en la vida uno no va dando cátedra. Pasa que hay que tener cuidado porque lo que uno dice parece que es como un dictamen pero uno no tiene las cosas tan claras. Ni yo, ni vos, ni la presidenta, ni nadie.
–¿Te cuestan las entrevistas?
–Uno en las entrevistas se pone en mano del que las va a escribir. Es una acto de confianza. Y aparte el periodista siempre te ve desde su lugar, desde su historia. Está leyendo al personaje desde un lugar. Así que trato de hacer que entiendan quién soy yo.
–Con las películas pasa algo parecido, cada uno interpreta desde su lugar.
–Sí, como en un libro. En general la gente se lee a uno mismo más que leer el libro.
–Los escritores suelen decir que el libro se completa con el lector.
–Claro. Aunque el proceso de escribir para el escritor es importante porque le está dando forma a algo interno.
–¿Qué proyectos o desafíos tenés?
–No soy tanto de planear. Puedo tener proyectos pero no es que digo "tengo ganas de hacer tal cosa". Porque es el presente me satisface bastante. Tengo muchos proyectos mediatos y me ocupan toda la energía.
–¿Qué te aburre?
–Es una profesión en la que es muy difícil aburrirse. Ni siquiera cuando estoy esperando en un rodaje porque te podés entretener con algo o pensar en las cosas que vienen. Es un trabajo que requiere mucha concentración. Es más, desearía que el día tuviese más horas porque siento que nunca me alcanza el tiempo. Quisiera estar más con mi hija, leer más, estar más mi mujer. Pero no se puede todo y ese es un límite que la propia realidad te va dando.