domingo, 26 de septiembre de 2010

Mosqueteros del séptimo arte, Leonardo Sbaraglia y Martín Slipak, Federico Luppi

“¿Cómo que tres generaciones? ¡Pensé que era de la misma que Martín!”, se ataja Leonardo Sbaraglia, en un intento de recuperar aquella juventud perdida, expresión que delata que su reciente cambio de década (cumplió cuarenta en junio) le llegó como a todos, con la resistencia de la conciencia que no termina de aceptar que ya pasaron 20 años desde los gloriosos veinte vividos tiempo atrás.
–¡Peinás canas, Sbaraglia, y Slipak sólo tiene 22 años!
Leonardo Sbaraglia: –(risas)¡Es cierto! Esperá que hago el cálculo: le llevo 18 años.
Martín Slipak: –Leo, yo crecí viéndote actuar (risas).
LS: –En cambio, Federico sí es de otra generación.
–¡Muy feo eso! ¿Te acercás a Slipak pero te alejás de Luppi?
LS: –¡Claro! No sé bien qué edad tiene Federico, pero creo que me lleva cerca de 35 años. ¡De 18 a 35 hay una diferencia!
–Repetilo frente a él, que no te escuchó.
LS: –Shhh (baja la voz). Igual, Luppi ya está sordo (risas).
¿Ningún periodismo persigue la verdad?
LS: –Hay periodistas que tienen más rigor histórico, intelectual, moral y periodistas que no, que están llevados por un sistema que no busca algún rigor para mantener una información. En ese sentido, el periodismo tiene fundamentalmente una responsabilidad moral, uno no puede hacerse el tonto con algunas cuestiones objetivas, pero lo que ocurre es que hay intereses económicos en juego. Doy un ejemplo del diario El País de España, para salirme de lo local: estuve en España en mayo en los días de los festejos del Bicentenario y frente a lo hermoso de la espontaneidad que hubo de miles de personas que salieron a festejar, ellos titularon: “Turbulentos días de festejo por el Bicentenario en Argentina”. Y uno dice: “¡Me están contando otra cosa!” y eso duele.
"Contrapunto" en el Teatro Español - 26 septiembre
La extraña vinculación entre un escritor de thrillers, su mujer y un peluquero se pondrá en evidencia hoy, a las 20.30, en el Teatro Español de la ciudad. "Contrapunto"

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