jueves, 1 de noviembre de 2012

Leonardo Sbaraglia, Educado, despojado de todo divismo, muy receptivo y de trato cordial. continuará haciendo Cock, obra teatral que presenta en Buenos Aires, hasta el 25 de noviembre.




Tu próximo filme con Belón, ¿es sobre el mundo del boxeo o acerca de la vida de un boxeador en particular?
Es la historia de un boxeador que está en decadencia y que no termina de enfrentar la realidad de que tiene que colgar los guantes. De alguna manera es una metáfora de etapas de la vida que se van cumpliendo y que uno debe ir aceptándolo, y eso es lo maravilloso. Es una historia muy sangrienta, muy violenta y a la vez muy dolorosa sobre la vida de este boxeador que ya está en el ocaso de su vida.
Además de esta historia cruda y realista sobre la vida de un boxeador, ¿volverás a ser dirigido por Alberto Lecchi en su nuevo filme?
En la nueva película de Lecchi, que es una coproducción con España, voy a tener una participación especial y estaré, durante noviembre, filmando cuatro días. Con Alberto ya trabajé en Epitafios (serie televisiva). Es una persona a la que aprecio mucho. Después está otra película donde trabajaré con Ricardo Darín y que nos dirigirá Martín Odara (se refiere a Cinco segundos antes de la muerte) y que la filmaremos en Europa.
No es muy común que un actor argentino trabaje con Robert De Niro. Vos lo conseguiste con Luces rojas, de Rodrigo Cortés. ¿Cómo fue esa experiencia?
Fue una cosa de locos, hermosa. De sentir que también se pueden tocar algunos temas que a uno le son tan ajenos, con personajes tan ajenos para tratar de descubrirlos. Estar al lado de esos monstruos (en el filme trabajaron también Sigourney Weaver y Cillian Murphy) es una maravilla, que te genera una gimnasia especial. Además, ser parte de estos proyectos son posibilidades para abrir puertas. También es una maravilla el poder trabajar en una película en otro idioma.
Hablame de ese mentalista que te tocó elaborar para Luces rojas.
El personaje hace creer a la gente que la cura en una especie de show en un teatro. Pero en realidad tiene un sistema para recolectar información de su público, y desde una cabina, por medio de un dispositivo de audio, le van cantando los datos de los espectadores. En la película hay dos científicos que ponen en tela de juicio los fenómenos paranormales.
¿Cómo vives este retorno laboral a tu país?
Me encanta trabajar acá. Me parece que se hacen cosas increíbles que, a uno, todo el tiempo lo están desafiando porque hay un nivel espectacular de actuación, de directores y de dramaturgos. Siento que uno tiene que estar a la altura de esto. Esto te desafía. 

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