miércoles, 15 de mayo de 2013

Leonardo Sbaraglia debate sobre el rol del hombre en nuestra sociedad y habla de la elección de sus últimos papeles.


Leonardo Sbaraglia debate sobre el rol del hombre en nuestra sociedad y habla de la elección de sus últimos papeles. Mientras tanto, sigue sumando nuevos desafíos a su prolífica carrera en cine.
El presente laboral de Leonardo Sbaraglia es tan exitoso como siempre: acaba de rodar "Cinco segundos antes de la muerte", de Martín Hodara, y "Choele", de Juan Sansiain. Pronto se embarcará en lo nuevo de Anahí Berneri y en "Relatos salvajes" de Damián Szifrón. Sin embargo, aunque no parece haber nada más lejos de su imagen real, lo último que se vio a través de él, en la pantalla chica y en la grande, fueron hombres colapsados, derrumbados, alienados. 

Basta con recodar a "Juan", su personaje en la tira "En Terapia" para revivir al estereotipo masculino hecho trizas. "Juan" estaba destruido, absolutamente frustrado por no poder imponerse al mundo, ni a su mujer. ¿No es eso lo que un hombre de verdad hace? Meses más tarde, esta vez en cine, Leo reapareció en un formato similar. En "Una pistola en cada mano", la genial comedia del director catalán Cecs Gay, de la que también participa Ricardo Darín, hizo su llegada a escena en carne viva. Empapado en lágrimas, con los ojos hinchados y sin filtros, vomitó su verdad en un encuentro casual con un viejo amigo del colegio. Y su verdad era la de un hombre al borde del ataque de nervios: no podía con su vida y ni siquiera sabía por qué. 

Lejos, ya lejísimos del galán ganador, parece haber una línea clara en sus últimas elecciones. Consciente de eso, el actor reflexionó junto a 7 DÍAS sobre la necesidad de exponer el fracaso, especialmente masculino, en todo formato posible. 

-¿Por qué estos papeles están llegando a vos? ¿Los estás buscando? 

-Es curioso. No lo sé. Tal vez tiene que ver con una nueva forma de representar a los hombres. Una forma nueva, menos estereotipada y más real. Más de cómo es el hombre desde adentro. 

-¿Los hombres desde adentro son así de frágiles? 

-¡Sí, mucho! Cecs, el director, lo menciona cada vez que puede: él siempre se maneja con cosas que le pasan a él o a sus amigos. Es muy fiel al mundo real, da testimonio. "Una pistola en cada mano" ya de movida, desde el título, ataca a cuestión del rol del macho, del macho latino, del macho ibérico. Ese rol que uno como hombre tiene que mantener con galanura, con seducción. Tenemos esa presión de siempre tener que llevar las riendas, incluso cuando no sabemos a dónde vamos. La película creo que desmitifica eso. Y está buenísimo porque hay algo en el rol masculino social que va cambiando. Eso es lo que creo que estoy atrapando con los roles que elegí últimamente. 

-¿Y te gustan? 

-Me alegra que sea así. Tiene que ser así, si no uno queda preso de un diseño prefabricado, en vez de liberarse para ser una persona más completa, más íntegra. ¡Ojo! Creo que también tiene que cambiar el de la mujer. 

-Detrás del colapso de tus personajes parece haber mucha soledad, falta de comunicación con el entorno y mucha superficialidad en la amistad masculina. ¿Eso es ficción o también está tomado de la realidad? 

-Los hombres, en general, no comparten las cosas íntimas e importantes entre sí. No tienen esas charlas que tienen las mujeres. El argentino dentro de todo sí, porque suele estar más abierto a analizarse, se pone más en cuestión. En mi caso, yo viví varios procesos de análisis que me ayudaron a sacarme caretas. Me dio mucho poder hablar, poder desquitarme, limpiar y reflexionar. Pensé mucho en cuestiones que me angustiaban y eso me hizo perderle el miedo. A partir de entender cómo es eso, uno busca ese tipo de vínculos, pero no es lo más común entre hombres. En ese sentido las mujeres son más auténticas. 

-¿Qué cambiaría si cambiara la comunicación masculina? 

-A mí particularmente, no sé si es porque soy artista, las charlas sinceras entre hombres me ayudan a desmitificar cosas. A veces a uno le pasa por situaciones que piensa que son únicas y en realidad le están pasando a todos. Uno piensa que son terroríficas y resulta que no son tan graves. Hay problemas que son de la sociedad y uno piensa que son propios. En mi experiencia, el hecho de que la gente que me rodea sea sincera, me hace sentirme menos solo a la hora de algunos dilemas. 

-¿Estas representaciones sociales aportan un granito de arena para el fin de la tan publicitada guerra de los sexos? 

-Sí, totalmente. No tengo dudas de eso. Muchos piensan que Cecs traiciona a los hombres al mostrar esto o que prefieren pensar que en "En terapia" el conflicto es exagerado, pero no es así. Romper con la idea del macho y con la idea de la pareja perfecta, alivia. Me alegra ser parte de eso porque así como las mujeres tienen a Almodóvar que muestra sus colpasos nerviosos (risas), nosotros necesitábamos a alguien que muestre nuestros enrosques. Me gusta eso, por eso me gusta tanto "Sex and the City" o "Six feet Under". 

-Entonces estaríamos viviendo el final de la era "Rambo". 

-(Risas.) Sí, y ahora tal vez empecemos a darnos cuenta de que hay que ser más flexibles. Me gusta mucho la película de Woody Allen, "Whatever it Works" ("Si la cosa funciona…"). Creo que ése va a ser el nuevo lema en el futuro para hombres, mujeres y para las relaciones en sí. 

-La versión local de "En terapia" se está viendo en España. ¿Es un motivo de orgullo? 

-Lo es. Lo que me ha pasado con "En terapia" es de lo más fuerte que viví como actor. Es un producto muy bien hecho. La adaptación es increíble y el nivel de trabajo también. Tuvimos la posibilidad de hablar con el creador de la serie, que estuvo en el país trabajando con los guionistas. Lo interesante es que se hizo una adaptación muy interesante a lo que es la Argentina, que tiene mucha más cultura de terapia y psicoanálisis. Aun con esa particularidad, la adaptación va muy bien para España. 

-Los españoles te consideran tan español como argentino y te consultan muchos sobre la crisis. ¿Te sentís con derecho a opinar? 

-Mi trabajo en los últimos diez años ha estado absolutamente ligado a España, o sea que lo vivo muy de cerca y me he visto afectado como si estuviera viviendo allá. Creo que lo que pasó acá en algunos casos les puede servir. Salieron cosas muy productivas de la crisis argentina, a nivel creativo. Y tengo fe de que lo mismo les va a pasar a ellos. Eso siempre intento transmitirlo. fuente diagonales


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