Galería Elsi del Río Humboldt 1510 Hasta el 5 de Junio.
Nació en Chile, creció en México y aprendió a pintar en Cuernavaca: Lupe Marín, que comparte nombre con la segunda esposa de Diego Rivera, supo en esa ciudad que sería artista plástica. Después de muchos años de vivir en Madrid, hoy afincada en Buenos Aires, muestra en Pulsión sus óleos y dibujos influidos tanto por el realismo mexicano como por Lucian Freud, con retratos que reflexionan sobre el cuerpo como universo y los otros como atracción.
La niña descubrió el placer de mirar y dibujar, al mismo tiempo que se encontró con sus limitaciones: “Al querer dibujar ese cuerpo desnudo yo sentía que mi mano fallaba, no podía copiar lo que veía. Le conté a papá que estaba fallada”. Y allí estaba el padre, que al escuchar las primeras frustraciones de la pequeña bailarina intentó tranquilizarla: “Me dijo que mientras más yo desarrollara el pensamiento, mi cuerpo iba a responder a esto y yo iba a dibujar lo que quisiera con más libertad. Lo explicó como un científico: él es sociólogo y las palabras que usaba eran precisas y muy claras para mí, como si me hubiera liberado de esa sensación de límite”.
A partir de ese momento, para Lupe Marín la dificultad se transformó en un desafío y el comienzo de un camino. “No era virtuosa, no tenía facilidades técnicas. Me formé, aprendí a hacer, estudié, leí. Nadie nace sabiendo nada. Me enseñaron todo lo que sé con práctica, con el cuerpo en acción.” Cliquear Leer
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