"Hasta Cornelia frente al espejo de Daniel
Rosenfeld, cualquier intento de llevar al cine la perturbadora extrañeza de
Silvina Ocampo parecía condenado al fracaso. Decía Bioy que la literatura de
Silvina no se parece a nada, como si ningún otro escritor la hubiese influido y
sólo se hubiese influido a sí misma. Hay ahí quizás una clave de la secreta
fidelidad de Rosenfeld: su Cornelia no se parece a nada, no tiene género ni tiempo
precisos, no es realista ni fantástica, y sin embargo ha conseguido darle una
claridad asombrosa a los devaneos de la imaginación y el sinsentido de las
pasiones. El prodigio le debe mucho a la exquisita atención al detalle, que
hace brillar lo real en todo su esplendor." cliquear
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