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Aprendí de mucha gente. Incluso de mis propios compañeros de Clave de Sol, como Pablo Rago o Roberto Baldi. También de Lito Cruz, de Miguel Ángel Solá, de Alfredo Alcón. Uno aprende de gente que viene y dice lo que piensa. Y si a vos te interesa y no sos pedante, preguntás como hacerlo. Por otra parte Agustín Alezzo, fue quien, en los primeros años de mi formación, me enseño un criterio bien concreto y una postura frente al trabajo, Otra persona muy importante, aunque más fugaz, fue Joy Morris. Desde 1989, y hasta el ’96. Tuve la posibilidad de trabajar en varias obras, como Huérfanos, Calderón y En la soledad de los campos de algodón, experiencias que me acercaron a la idea más parecida de lo que es formarse un oficio, sin lugar a duda, todos ellos fueron mis maestros.
FUENTE - Revista Clase Ejecutiva del Cronista Comercial
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