Guadalupe Aizaga
Por Paula María Martin
De la redacción de lanacion.com
pmartin@lanacion. com.ar
Las salas están acondicionadas con el aura del programa: algo de suspenso, algo de misterio.
En un conocido hotel de Recoleta, los protagonistas Cecilia Roth, Julio Chávez y Leonardo Sbaraglia, junto a todos los actores secundarios, presentaron la segunda temporada de la serie que coproducen HBO y Pol-ka: Epitafios, el final ahora tiene dos caras. Al igual que la primera, que se estrenó en agosto de 2004, fue escrita por los hermanos Walter y Marcelo Slavich.
Ahora, la historia -que se estrena el domingo, a las 22, por HBO- continúa con un nuevo asesino y situaciones que develan aspectos no conocidos de los detectives Renzo Márquez (Chávez) y Marina Segal (Roth).
Incursiona en la ficción el psicópata de doble personalidad interpretado por Sbaraglia, que realiza crímenes símiles a obras de arte y que no guardan lógica alguna. Homicidios que mantienen en vilo a Márquez y Segal, claro.
En ese contexto, se desarrolla la trama que los actores, entrevistados por lanacion.com, no dejaron de halagar. Los artistas coincidieron en el buen trabajo que se logró con esta producción, que hasta se parece más al cine que a la televisión.
"El personaje estaba muy bien escrito y no te puedo decir que me costó porque ayudaba mucho saber lo que uno tenía que hacer, con la precisión expresiva que uno tenía que tener. Existía un buen guión, entonces uno solamente se tenía que apoyar en eso, y lo que sí tenía que entender era la lógica de la cabeza de este tipo (...) Disfruté mucho el trabajo con los directores", dijo Sbaraglia, en medio de un tremendo resfrió que no le quitó ni un poco de su buena onda y predisposició n.
Video: entrevistas con el elenco de Epitafios: el final ahora tiene dos caras
Súper femenina y con una voz calma, Natalia Lobo, que interpreta a Gabriela Fridman, una psiquiatra que se interesa por el caso de Alfonso Velásquez-XL -papel que le toca a Alejandro Awada, otra de las incorporaciones de esta segunda parte-, expresó su fascinación por el trabajo que realizó: "Formar parte de este proyecto internacional y con estos actores fue una fiesta (...). El equipo técnico era divino y también los directores. Fue una gran experiencia, hubo muchísimo amor, mucha armonía, mucha organización; no parecía tele, era como hacer cine, había otros tiempos, otros cuidados".
Parece que la química entre Roth y Chávez funcionó más que bien. Si bien no habían trabajado juntos antes de la primera Epitafios, a partir de allí, el destino no quiso separarlos profesionalmente. Es que no sólo realizaron la segunda temporada de la serie sino que actualmente se unen también en las grabaciones de Tratame bien, un unitario que, lejos de tener algo en común con Epitafios, trata de una pareja de casados que se replantea la continuidad de su unión después de largos años de matrimonio.
Según Roth, la buena química no sólo fluye entre sus personas sino también entre sus personajes y, sobre todo, en la segunda parte de esta ficción de suspenso : "Los personajes se juntan más, se conocen más, aunque ambos son muy cuidadosos con el otro y con sus propias vidas. Tienen una enorme privacidad y no manifiestan sus interiores demasiado, con lo cual, se puede decir que se sospechan más que se conocen".
Con quien sí había trabajado la actriz en varios proyectos, previo a Epitafios 2, fue con Sbaraglia, antes de que él se fuera a España y luego, en aquel país, en donde filmaron una película. "A mi me parece un actor de su generación con una potencia y una originalidad muy singular. En este personaje Leo está con sus condiciones amplificadas. Me gusta que lo hayan elegido como asesino y esa cosa doble que da de chico tierno, bello, inseguro y frágil, con esa potencia asesina, que nos va a tener en vilo", expresó Roth.
La conformación de los personajes. La esquizofrenia que le tocó transmitir a Sbaraglia para su personaje fue un trabajo que disfrutó muchísimo y le permitió saborear su papel como "un caramelito": "Tenía que trabajar mucho solo, porque hacíamos el diálogo de esas dos personalidades del personaje. Me dio la posibilidad de ejercitar, de explorar esa cosa expresiva de ir cambiando de una personalidad a la otra. Viste que los esquizofrénicos tiene una voz interna que es torturante, que pide cosas imposible, y esa voz se la representó más que en una voz, en una identidad, y yo muchas veces tenía que hacer ese plano y contraplano, prácticamente hablar conmigo mismo".
Como asesino, el actor estuvo cuerpo a cuerpo con terroríficos efectos especiales: "Obviamente que uno no va a clavar ningún cuchillo, pero tiene que imaginarse que se está haciendo eso. Si uno lo imagina, también se supone que el espectador lo va a imaginar. Y ese fue el trabajo. Pero fue muy liberador también. Uno aprovecha a veces algunos personajes para cargarse a unos cuantos", bromeó Sbaragalia, que se siente orgulloso de haber logrado un lugar en España, pero planea poco a poco estar mucho más tiempo en la Argentina.
Además de incorporar este nuevo psicópata, la nueva temporada trae algunas certezas. Es el caso de la homosexualidad de Segal: "En esta temporada todos los personajes viven su mundo interno con mayor intensidad y mayor sofisticación. Habla de seres humanos, y de seres humanos que pueden ser buenos y malos, y de cómo se parecen a veces las víctimas y los victimarios" , explicó Roth.
A la actriz su trabajo le navega por las venas y eso es lo que trasladó en su personaje de mujer detective: "Los personajes son personas, son personas de ficción, pero no son máscaras, caretas que se ponen encima. Lo que me apasiona es eso, es ir encontrándoles las venas, las partes más aguerridas de Marina, y la Marina que llora a la noche con una angustia espantosa".
El temperamento de Renzo Márquez sigue intacto, y el de Chávez, quien le da forma, también. "Yo soy una personita que tiene su temperamento, por suerte, y considero que es un buen elemento para la vida y para el arte", dijo.
Es decir que no hay nada nuevo en el personaje, pero sí, según explica Chávez, hay cosas nuevas que tiene que atravesar y lo iluminan de otra manera. "Pasan tantas cosas nuevas en Epitafios 2, que todo hace que Renzo manifieste aspectos de su naturaleza diferentes, porque lo que tiene que vivir es diferente, y lo pone frente a distintas preguntas que se manifiestan en otras maneras de accionar, porque la trama está muy cambiada. Por suerte", apuntó.
"De manera que mi rol no está preocupado por cómo son los psicópatas, sino en descubrirlos" , siguió. Y para lograrlo no se interesó por indagar sobre los psicópatas, sino en la acción de un policía, "en cuáles son las preguntas que se hace cuando está frente a un misterio, porque un psicópata es un misterio, y si vos sabés como estudiar un misterio, es que ya dejó de serlo", finalizó.
Algunos de los actores que completan el elenco:
Daniel Fanego (Mazzoni): comisario jefe de la brigada de homicidios a la cual pertenecen Renzo y Marina.
Nahuel Pérez Biscayart (Pablo): joven de 16 años que vive retando a la muerte y complica la vida de Marina.
Roberto Monzo (Suncho): joven de unos 25 años, experto en informática, al servicio de la brigada de homicidios.
Por Paula María Martin
De la redacción de lanacion.com
pmartin@lanacion. com.ar
Las salas están acondicionadas con el aura del programa: algo de suspenso, algo de misterio.
En un conocido hotel de Recoleta, los protagonistas Cecilia Roth, Julio Chávez y Leonardo Sbaraglia, junto a todos los actores secundarios, presentaron la segunda temporada de la serie que coproducen HBO y Pol-ka: Epitafios, el final ahora tiene dos caras. Al igual que la primera, que se estrenó en agosto de 2004, fue escrita por los hermanos Walter y Marcelo Slavich.
Ahora, la historia -que se estrena el domingo, a las 22, por HBO- continúa con un nuevo asesino y situaciones que develan aspectos no conocidos de los detectives Renzo Márquez (Chávez) y Marina Segal (Roth).
Incursiona en la ficción el psicópata de doble personalidad interpretado por Sbaraglia, que realiza crímenes símiles a obras de arte y que no guardan lógica alguna. Homicidios que mantienen en vilo a Márquez y Segal, claro.
En ese contexto, se desarrolla la trama que los actores, entrevistados por lanacion.com, no dejaron de halagar. Los artistas coincidieron en el buen trabajo que se logró con esta producción, que hasta se parece más al cine que a la televisión.
"El personaje estaba muy bien escrito y no te puedo decir que me costó porque ayudaba mucho saber lo que uno tenía que hacer, con la precisión expresiva que uno tenía que tener. Existía un buen guión, entonces uno solamente se tenía que apoyar en eso, y lo que sí tenía que entender era la lógica de la cabeza de este tipo (...) Disfruté mucho el trabajo con los directores", dijo Sbaraglia, en medio de un tremendo resfrió que no le quitó ni un poco de su buena onda y predisposició n.
Video: entrevistas con el elenco de Epitafios: el final ahora tiene dos caras
Súper femenina y con una voz calma, Natalia Lobo, que interpreta a Gabriela Fridman, una psiquiatra que se interesa por el caso de Alfonso Velásquez-XL -papel que le toca a Alejandro Awada, otra de las incorporaciones de esta segunda parte-, expresó su fascinación por el trabajo que realizó: "Formar parte de este proyecto internacional y con estos actores fue una fiesta (...). El equipo técnico era divino y también los directores. Fue una gran experiencia, hubo muchísimo amor, mucha armonía, mucha organización; no parecía tele, era como hacer cine, había otros tiempos, otros cuidados".
Parece que la química entre Roth y Chávez funcionó más que bien. Si bien no habían trabajado juntos antes de la primera Epitafios, a partir de allí, el destino no quiso separarlos profesionalmente. Es que no sólo realizaron la segunda temporada de la serie sino que actualmente se unen también en las grabaciones de Tratame bien, un unitario que, lejos de tener algo en común con Epitafios, trata de una pareja de casados que se replantea la continuidad de su unión después de largos años de matrimonio.
Según Roth, la buena química no sólo fluye entre sus personas sino también entre sus personajes y, sobre todo, en la segunda parte de esta ficción de suspenso : "Los personajes se juntan más, se conocen más, aunque ambos son muy cuidadosos con el otro y con sus propias vidas. Tienen una enorme privacidad y no manifiestan sus interiores demasiado, con lo cual, se puede decir que se sospechan más que se conocen".
Con quien sí había trabajado la actriz en varios proyectos, previo a Epitafios 2, fue con Sbaraglia, antes de que él se fuera a España y luego, en aquel país, en donde filmaron una película. "A mi me parece un actor de su generación con una potencia y una originalidad muy singular. En este personaje Leo está con sus condiciones amplificadas. Me gusta que lo hayan elegido como asesino y esa cosa doble que da de chico tierno, bello, inseguro y frágil, con esa potencia asesina, que nos va a tener en vilo", expresó Roth.
La conformación de los personajes. La esquizofrenia que le tocó transmitir a Sbaraglia para su personaje fue un trabajo que disfrutó muchísimo y le permitió saborear su papel como "un caramelito": "Tenía que trabajar mucho solo, porque hacíamos el diálogo de esas dos personalidades del personaje. Me dio la posibilidad de ejercitar, de explorar esa cosa expresiva de ir cambiando de una personalidad a la otra. Viste que los esquizofrénicos tiene una voz interna que es torturante, que pide cosas imposible, y esa voz se la representó más que en una voz, en una identidad, y yo muchas veces tenía que hacer ese plano y contraplano, prácticamente hablar conmigo mismo".
Como asesino, el actor estuvo cuerpo a cuerpo con terroríficos efectos especiales: "Obviamente que uno no va a clavar ningún cuchillo, pero tiene que imaginarse que se está haciendo eso. Si uno lo imagina, también se supone que el espectador lo va a imaginar. Y ese fue el trabajo. Pero fue muy liberador también. Uno aprovecha a veces algunos personajes para cargarse a unos cuantos", bromeó Sbaragalia, que se siente orgulloso de haber logrado un lugar en España, pero planea poco a poco estar mucho más tiempo en la Argentina.
Además de incorporar este nuevo psicópata, la nueva temporada trae algunas certezas. Es el caso de la homosexualidad de Segal: "En esta temporada todos los personajes viven su mundo interno con mayor intensidad y mayor sofisticación. Habla de seres humanos, y de seres humanos que pueden ser buenos y malos, y de cómo se parecen a veces las víctimas y los victimarios" , explicó Roth.
A la actriz su trabajo le navega por las venas y eso es lo que trasladó en su personaje de mujer detective: "Los personajes son personas, son personas de ficción, pero no son máscaras, caretas que se ponen encima. Lo que me apasiona es eso, es ir encontrándoles las venas, las partes más aguerridas de Marina, y la Marina que llora a la noche con una angustia espantosa".
El temperamento de Renzo Márquez sigue intacto, y el de Chávez, quien le da forma, también. "Yo soy una personita que tiene su temperamento, por suerte, y considero que es un buen elemento para la vida y para el arte", dijo.
Es decir que no hay nada nuevo en el personaje, pero sí, según explica Chávez, hay cosas nuevas que tiene que atravesar y lo iluminan de otra manera. "Pasan tantas cosas nuevas en Epitafios 2, que todo hace que Renzo manifieste aspectos de su naturaleza diferentes, porque lo que tiene que vivir es diferente, y lo pone frente a distintas preguntas que se manifiestan en otras maneras de accionar, porque la trama está muy cambiada. Por suerte", apuntó.
"De manera que mi rol no está preocupado por cómo son los psicópatas, sino en descubrirlos" , siguió. Y para lograrlo no se interesó por indagar sobre los psicópatas, sino en la acción de un policía, "en cuáles son las preguntas que se hace cuando está frente a un misterio, porque un psicópata es un misterio, y si vos sabés como estudiar un misterio, es que ya dejó de serlo", finalizó.
Algunos de los actores que completan el elenco:
Daniel Fanego (Mazzoni): comisario jefe de la brigada de homicidios a la cual pertenecen Renzo y Marina.
Nahuel Pérez Biscayart (Pablo): joven de 16 años que vive retando a la muerte y complica la vida de Marina.
Roberto Monzo (Suncho): joven de unos 25 años, experto en informática, al servicio de la brigada de homicidios.
Fuente: La Nación
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