-¿Cuál es el rasgo que une los textos elegidos?
-Sbaraglia: El análisis del cuerpo como territorio usurpable por el poder. En los relatos que elegimos, se habla desde los suplicios en la Edad Media hasta los experimentos en la Edad Moderna, de cuerpos que son tratados como mercancía y cuerpos sobre los que se ejercen hasta las más sofisticadas formas de presión. Aparece de manera muy nítida el tema de la orden; de como la orden se mete en un cuerpo para clavarse indefinidamente; y de cómo ese cuerpo descarga esa orden aguijoneando sobre otro cuerpo. Pero también de cómo si el cuerpo puede desobedecer para ser libre, aparece la posibilidad de esperanza.
-Tarres: Hablar del poder, que es un tema complejo, es una idea ambiciosa. Y para eso construimos una pieza flexible, similar a un concierto de música, con relato formado por partes que tienen sus propias curvas y tensiones internas. Pero también podemos alterar el orden de esas partes y el ritmo de la función de esa noche va a cambiar, pero el sentido final de la obra será el mismo.
-Sbaraglia: Hay algo muy lúdico en esto de convertirnos en vehículo entre el espectador y los textos tratados. Al compartirlos, nuestros cuerpos, y los del público, se convierten en parte de la misma pregunta y eso resulta estimulante. El tema del poder es escabroso, pero de alguna manera la mirada que pretendemos es positiva. No es una comedia de enredos ni mucho menos, pero la propuesta tiene que ver con la esperanza".
El actor, el diván y las pantallas
Leo Sbaraglia es uno de los actores más importantes de su generación. Y de los más activos, tanto en el cine como en el teatro. Y también en la televisión, a la que regresó con En terapia, la serie producida por la Televisión Pública, que en su segunda temporada parece haberle devuelto espesor y sentido a la pantalla de aire. "Para un actor ser parte de este tipo de producciones es algo que se da pocas veces en la vida -comenta-; no sólo por que logra con su llegada al público, sino además porque permite llegar con un producto de gran calidad. Hacía mucho que en televisión no me encontraba con un material así. Son esas cosas que suceden cada 20 años". Sbaraglia destaca la producción, la dirección de Alejandro Masi y el nivel de los actores, además de la seriedad del trabajo.
"En terapia recoge la tradición de lo que para televisión alguna vez hicieron entre otros Alejandro Doria, María Herminia Avellaneda o Diana Álvarez. Una tradición que se fue perdiendo por obsesiones comerciales. Si a esto no lo hace la televisión pública, otros no lo harían. Yo no sé si, pensando en el rating, un canal de aire podría admitir en sus contenidos este nivel de complejidad, de profundidad. Que vuelvan espacios como En terapia es un avance y es bueno tener una Televisión Pública que nos permita este lujo, para actores y público. Alguna vez la Televisión Pública cortaba manzanas, ahora nos da esta posibilidad".
Más allá del entusiasmo por este momento en televisión, el cine sigue siendo el espacio más intenso para el actor, que acaba de participar en dos películas. "Una de ellas fue en el sur -cuenta-, dirigida por Juan Sasiain. Se llama Choele y es la historia de la relación entre un padre y un hijo en esas zonas lejanas y duras. La otra fue en Salta, en uno de los Relatos salvajes de Damián Szifron, que seguramente será de las películas más importantes del año que viene".
En breve Sbaraglia partirá hacia México para filmar una serie para Fox y después lo esperan más películas. "Una de ellas es con Anahí Berneri, una directora que me encanta -adelanta-. La historia, con Celeste Cid, gira alrededor de una pareja en crisis. También tengo proyectos con Hernán Belón, con quien hice El campo, y con Ricardo Darín, que ojalá podamos concretar el año que viene".
-¿Siempre con personajes conflictuados?
-Se ve que últimamente me ven con un vínculo útil para esos temas (risas). El año pasado fue más de comedia, con Días de vinilo en el cine o Cock, en teatro. No se por qué, pero las cosas se dan así.
-A esta altura de tu carrera ¿Qué te atrae de tu trabajo?
-Me interesa es trabajar con buenos directores. El guión y el personaje son muy importantes también. Pero el director es fundamental.
La obra
El territorio del poder. Leonardo Sbaraglia y Fernando Tarrés. Domingo 7 a las 20.30 en Teatro del Libertador (Vélez Sársfield 365). Las entradas están en venta en las boleterías del teatro y los precios son los siguientes: platea $ 150, cazuela $ 130, tertulia $ 110 y paraíso $ 80
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