El próximo estreno de El campo, de Hernán Belón, un relato íntimo acerca de una pareja –él es, justamente, Leonardo Sbaraglia y ella es Dolores Fonzi– con una niña de año y medio que en una casa en el medio del campo deja aflorar una crisis de pareja, es para Sbaraglia la posibilidad de confirmar: “Siempre me gustaría hacer este tipo de películas, como Sin retorno o El campo. De hecho, es lo que voy eligiendo, al menos casi siempre que puede hacerlo”. Perfil.com - hacé click
–¿Creen que Elisa y Santiago son una pareja común y corriente con conflictos sin resolver o hay algo que la hace diferente a la media?
Leonardo Sbaraglia: –Es una película que intenta hablar de personas con las que el público se puede identificar. Y habla de asuntos que son absolutamente arquetípicos en las parejas, en los padres en un momento de la vida. La idea no es hablar de seres excepcionales
–¿Qué comparten y en qué se diferencian con sus personajes en la manera de vivir la paternidad y la maternidad?
L. S.: –La película logra contar muy bien una sensación. Todos tenemos, en algún momento, alguna sensación, pensamiento, emoción, que nos pasa en forma parecida a los personajes de la película. El film amplifica un sentimiento de cierta cosa inhóspita, de cierto sentimiento que uno tiene frente a la gran y maravillosa sensación de tener un hijo. Y la película amplifica esa sensación y lo pone en una situación muy compleja y extrema. Que tampoco es tan extrema. La lleva al extremo en ciertas crisis de los personajes, en un lugar que para ella es inhóspito, mientras que para él podría ser maravilloso. Pero en relación con uno, bueno, por suerte uno puede ver la vida con otra perspectiva y correrse muchas veces de esos roles. Estos dos personajes están un poco encerrados en una situación. Uno tiene el privilegio y la posibilidad de poder cambiar las condiciones y poder mover su cabeza.
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