En una mañana del 24 de diciembre decidí ir al centro de compras de mi ciudad (Recife) y como era mediodía subí el ascensor para ir al último piso buscar algo para comer. Como estaba cerca de los cines, me puse curiosa con un grupo de personas mirando a un cartel. Y cual mi sorpresa al ver “Diario de una ninfómana”. Me quedé de piedra. Pero sólo había dos sesiones: una en la navidad a las 21:00 y otra a las 11:00 del sábado, 26. Para mí es como se fuera un buen regalo de navidad ver esta película y lo mejor: en la gran pantalla. Decidí ir en el sábado (hoy) por la mañana.Yo mientras seguía en la cola de la taquilla miraba a mi alrededor la cantidad de personas allí que iban a verla, que en Brasil es conocida como: “Diário Proibido”. Había adultos de distintas edades, incluso señoras.
Cuando empezó la historia de la protagonista Val (Belén Fabra), he observado que se trataba de un guión maravilloso, una película muy bien hecha, cuidadosamente producida, incluso con una bella fotografía y una banda sonora estupenda.
Leonardo Sbaraglia nos ha regalado con un personaje precioso: un adicto a las drogas, violento, con un aire frágil, alguien no preparado para hacer a otro feliz y de personalidad dudosa. Lo más impresionante de esta corta actuación es la grandiosidad de este actor… es el que llamamos de enseñar la verdad, vivir la verdad de su personaje y provocar en el público sentimientos que este puede generar. Parece todo muy real, muy verdadero, impresiona a todo el momento. No es fácil hacer a uno que al mismo tiempo trata a su compañera de manera violenta y que llora como un niño implorándole amor. Sólo los grandes actores nos brindan con actuaciones inolvidables y con toda la pasión que a ellos dedican. Muchas gracias Leo por más una actuación que sin lugar a dudas nunca olvidaremos.
Magda Miranda.
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