Entusiasmado por la puesta que dirige Agustín Alezzo en Multiteatro, el dúo no olvida, sin embargo, las dificultades que enfrenta la actividad teatral: “Buenos Aires tiene espectáculos increíbles, pero miremos a quienes los hacen posibles”.
–¿El teatro exige imaginar más?
Leonardo Sbaraglia: –Puede ser, pero igual acá estamos llenos de efectos especiales. Y las escenas de disfraces son muy teatrales.
–¿Cómo ha sido este regreso al teatro después de vivir en España?
L. S.: –Me fui hace nueve años, pero en los dos últimos estuve bastante tiempo acá. Trabajé en Epitafios, en Canal 13, y en varias películas, como La viuda de los jueves, de Marcelo Piñeyro. Estoy en un momento de transición, volviendo pero sin dejar todo lo hermoso que construí en España. Ahora siento que este trabajo con Pepe es un proyecto soñado.
–¿Qué pretenden en esa competencia?
L. S.: –Sacarse la piel en un juego que es cada vez más sórdido.
–¿Actuar en un teatro del circuito comercial los presiona de otra manera?
L. S.: –La idea que uno se forma del espectador es diferente de la que se tiene cuando se trabaja en teatros más chicos. Donde más me moví fue en el Payró. Ahí estuve en Huérfanos, donde debuté; en Calderón, de Pier Paolo Pasolini, con dirección de actores de Javier Daulte y Felisa Yeni, que era la directora general; después el estreno de En la soledad de los campos de algodón, con Alfredo Alcón y Horacio Roca, y La oscuridad de la razón, un trabajo de Ricardo Monti y Jaime Kogan. Ahora, con Alezzo, que fue mi maestro y respeto, y con Pepe, creo haber encontrado el equilibrio de aquellas otras experiencias artísticas.
Fuente: Toda La vida Radio
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