Con una sencillez estremecedora y lejos de las investiduras de la fama, Leonardo Sbaraglia comenta que cuando uno elige un guión o hacer una película está relacionada con lo que uno siente con la historia. Es por esto que el actor de "El corredor nocturno", "Las viudas de los jueves" y "Cenizas del paraíso" entre otras tantas películas, será Daniel en el filme, el padre de Coco.
Sbaraglia llegó a Choele Choel atraído por el guión del director Juan Sasiaín. "Con Juan veníamos hablando sobre el guión hace bastante, cuando lo leí me pareció de una ternura arrolladora y acá estamos", describió.
Por otra parte, señaló que la historia está llena de humanidad, de un dolor que no está puesto en primer plano. "En primer plano hay gente tirando para adelante, intentando seguir con sus vidas de la mejor manera posible", detalló el actor.
Al transcurrir el tiempo Juan Sasiaín tuvo nuevas búsquedas, por lo que fue transformando la historia.
"El guión fue mejorando, de la versión que leí el año pasado a la versión actual ha cambiado muchísimo y para mejor. Cuando uno tiene un guión que es bueno, en muchos aspectos descansás", indicó Sbaraglia.
En cuanto a trabajar con un niño de la zona explicó que "es interesante, arriesgado y piola la idea de trabajar con un chico de acá, el que es el verdadero protagonista. Como actor es una experiencia establecer una relación padre hijo con un chico. Estoy muy contento".
Por otra parte, hace énfasis en los paisajes de la región. Hace aproximadamente una semana Sbaraglia descansa en Choele y ha paseado por los lugares más destacados de la zona "estuvimos en el río, en la isla 92, en la isla de Gaspar, o de Chaco, el señor tiene una quinta preciosa".
Además explica que recorrió todas las locaciones en donde se va a rodar la película "abajo del puente, estuvimos en el bosque de las moras, en la casa abandonada que le dicen la Casa Maldonado, voy a poder ser bien guía de turismo de esta ciudad", se ríe.
Lejos de la urbe y de los ritmos de ciudad Sbaraglia se adapta al tiempo lento del Valle Medio, a la peculiar "hora de la siesta", hora de descanso y tranquilidad en las pequeñas localidades de la región.