Pantalón chupín, remera, boina y anteojos negros, una campera de cuero color ¿bergamota? de Key Biscayne, una mochila enorme y el celular en la oreja. El actor admite sin vueltas que cuando se fue a España fue porque "no se puede vivir haciendo una película cada dos años". Ahora trabaja aquí en cine, televisión - estrena una ficción este mes - y teatro, y está satisfecho con la decisión de haber vuelto al país.
Sbaraglia mira fijo y gesticula poco, pero cuando necesita contar algo con el cuerpo lo usa entero y sin reservas, como ahora que, sentado a una mesa de El Hipopótamo, junto a la ventana, enfrente del Británico y de espaldas al Parque Lezama.
Fuente: criticadigital
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00 cine Shampoo - CABALLOS SALVAJES 1-11-2009